OPINONES.
jueves, 18 de diciembre de 2008
Educar en la violencia
CECILIA LAVALLE
MEXICO, D.F., 8 de diciembre (apro-cimac).- Queremos que deje de haber violencia en las calles, pero la justificamos en el hogar; queremos que la violencia no amenace nuestra vida, pero la toleramos entre nuestros jóvenes; queremos que la violencia deje de ser la norma en México, pero la ignoramos en la escuela. El doble lenguaje, la doble moral, la doble vara para medir ha provocado un desastre. En las escuelas se han prendido las alarmas. Se llama acoso escolar, pero su nombre popular está en inglés: bullying, y no es otra cosa sino violencia física, sicológica, verbal y sexual entre estudiantes. El acoso escolar se caracteriza por ser reiterado durante un tiempo determinado. Es, dicen especialistas, una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor cuenta, a menudo, con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros o compañeras. Se trata de un abuso de poder en el que la persona maltratada queda expuesta física o emocionalmente a quien la maltrata. Aunque el acoso se presenta entre miembros de ambos sexos, en el mundo el porcentaje de niñas como víctimas es mayor que el de niños. La semana pasada se presentó la encuesta sobre violencia en las escuelas públicas del Distrito Federal; y los resultados son para irse de espaldas. Siete de cada 10 estudiantes ha sido víctimas, agresores o testigos de acoso escolar. La investigación reveló que los espacios donde más se presentan las agresiones son dentro del salón de clases y durante el recreo. Además, arrojó que la violencia verbal es la más común y la más aceptada: insultos, apodos, descalificaciones, groserías que se consideran "bromas".¿Por qué sucede esto? Especialistas señalan que, por un lado, se encuentra legitimada en el hogar; y, por otro, en el mundo cotidiano, y en los medios de comunicación se sobrevalora la violencia, se glorifica la agresión como un acto de heroísmo. Así, la violencia se instala como algo natural en nuestras vidas.¿Qué pasa con las víctimas? El estudio señala que las niñas y niños intimidados sufren, padecen trastornos emocionales y sociales, y su rendimiento escolar baja. La persona acosada puede vivir aterrorizada, no desea asistir a la escuela, está triste e, incluso, puede tener pensamientos suicidas. Las víctimas también pueden normalizar la situación de violencia, porque se asumen como débiles o sienten que lo merecen, lo cual permite a los agresores continuar y disfrutar con las acciones de violencia.Por su parte, quienes atestiguan la violencia y no hacen nada por miedo o complicidad, se desensibilizan a situaciones de desigualdad.La situación no cambia mucho cuando pasan al bachillerato. Hace semanas se difundieron los resultados del apartado sobre violencia sexual de la Encuesta Nacional Exclusión, Intolerancia, y Violencia en las Escuelas Públicas de Educación Media Superior.Siete por ciento de las jóvenes de entre 15 y 19 años aseguró haber sido víctima de abuso sexual, y casi la mitad no lo denunció por temor o amenazas. Entre los varones, casi 5 por ciento dijo haber padecido abuso sexual, y la tercera parte no se lo comentó a nadie. Así, en las escuelas de nuestro país se entrena cuidadosa y pacientemente a niños, niñas y jóvenes para convivir con la violencia. No pretendamos erradicar la violencia en nuestras calles, si antes no la hemos erradicado contra las mujeres, las niñas y los niños en cualquier espacio.No pretendamos erradicar la violencia de nuestras calles si antes no hemos hecho la tarea en nuestros hogares y en nuestras escuelas.No pretendamos erradicar la violencia de nuestro país, si miramos para otro lado cuando un estudiante agrede a otro, o lo justificamos como cosas de su edad.
El PAN y la maestra
JOSé GIL OLMOS
MEXICO, D.F., 17 de diciembre (apro).- La maestra Elba Esther Gordillo y el PAN tuvieron dificultades para sostener la alianza para las elecciones de 2009 y difícilmente se ve que puedan recomponer un arreglo pues la repartición de candidaturas de diputado federal no le pareció justa a la maestra. Pero más allá de que se llegue o no a un acuerdo a nivel local, lo cuestionable es que los panistas hayan pensado aliarse con un personaje que representa la cara más deplorable y corrupta de la política nacional.En los dos últimos años, tras el apoyo estratégico de Elba Esther a Felipe Calderón en la elección presidencial, el PAN y el PANAL han caminado de la mano para enfrentar diversos procesos comiciales. Hacia el 2006 la alianza PAN-PANAL les dio gobernadores en Guanajuato y Baja California, mientras que en 2007 fueron juntos y ganaron algunos de los comicios locales de Aguascalientes y en Chiapas donde construyeron la Alianza para Vivir Mejor.En septiembre pasado, Germán Martínez, dirigente nacional del PAN y la maestra Elba Esther Gordillo establecieron un acuerdo para aliarse rumbo a las elecciones de 2009, en el cual también estaba incluido Vicente Fox. Dicho pacto fue criticado duramente por la mayoría de los panistas que vieron de inmediato que juntarse con el PANAL les traía descrédito y pocos votos.A pesar de las críticas, el dirigente nacional panista insistió durante varios meses mantener dicha alianza creyendo que con el PANAL podrían hacerle frente al PRI, como alguna vez lo hicieron con el PVEM. Sin embargo, el escándalo de las Hummers hizo que se renovaran los cuestionamientos sobre la conveniencia de seguir de la mano de Elba Esther Gordillo, cuya imagen devino a menos por el cinismo con que trató el despilfarro de recursos del Sindicato.Pero no sólo la imagen de corrupción fue el factor que rompió la alianza PAN-Elba Esther Gordillo. También fue el desacuerdo que tuvieron en el número de candidaturas que pedía la maestra para amarrar la ayuda que les daría a través del SNTE. Resulta que la dirigente sindical pedía por lo menos 100 candidaturas y el PAN sólo le daba 10. Otro factor que influyó, quizá el más importante, fue la muerte de Juan Camilo Mouriño. El secretario de Gobernación era el principal aliado de la maestra y era a él a quien trataba de apuntalar rumbo a las elecciones presidencial de 2012. La idea que tenían era formar una bancada numerosa de diputados afines para que desde la Cámara se afianzara la candidatura presidencial del amigo preferido de Calderón. El deceso de Mouriño cambió totalmente el escenario de la maestra. Sin su principal aliado era difícil mantener cualquier acuerdo con Germán Martínez, pues dentro del PAN ya se había integrado una corriente en contra de la alianza estratégica. Elba Esther Gordillo tampoco contó con la simpatía del nuevo secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont. De ahí que ya era inminente la caída de la alianza rumbo a la elección federal de 2009.Aun así, los equipos de ambos partidos siguen explorando mantener una alianza parcial en algunos distritos para diputados federales y en algunas de las seis gubernaturas en disputa: Nuevo León, Sonora, Colima, Campeche, Querétaro y San Luis Potosí, así como en las cuatro entidades donde se eligen alcaldías y diputados locales: México, Guanajuato, Jalisco y Morelos.No obstante, esto no es suficiente para alcanzar el objetivo principal de la líder del SNTE: hacer crecer a su partido dentro del Congreso de la Unión y convertirlo en la bisagra de todos los acuerdos que se tomen ahí.Es por ello que ahora la maestra busca hacer alianzas electorales con otros partidos entre ellos con el PRI de Beatriz Paredes, y colocar a algunos de los maestros entre los candidatos del PRD, presidido por Jesús Ortega.La amiga de Felipe Calderón, fiel a su costumbre, nunca apuesta todas sus cartas a un solo juego o, mejor dicho, a un solo jugador. Y aunque se dice amiga de Calderón no dudaría en darle la espalda, una vez que no siente segura la permanencia en el poder a través del PAN.
Militares poderosos
JORGE CARRASCO ARAIZAGA
MÉXICO, D.F., 5 de diciembre (apro).- Después de dos años de enfrentamientos al interior del gabinete de seguridad, la cúpula del Ejército logró reducir al mínimo el poder del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.Reducido a la nada en su fuerza operativa, García Luna cuenta todavía con el respaldo político de su amigo Felipe Calderón, quien decidió mantenerlo como secretario pero con una incómoda y fuerte presencia militar.Calderón no pudo sostener más las fuertes presiones del Ejército y la desconfianza de la opinión pública por el control e influencia que tenía García Luna dentro del gabinete presidencial, a pesar de las evidencias en contra de sus principales allegados.Las detenciones y arraigos de las semanas recientes en contra de quienes durante años habían sido algunos de sus más cercanos colaboradores, acusados de protección a narcotraficantes y secuestradores, derivaron en el desplazamiento de García Luna en las decisiones y operaciones de seguridad.Desde el pasado jueves 4, los militares se quedaron con la fuerza que tenía García Luna. Calderón designó al general de División en activo, Javier del Real Magallanes, como subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial, el centro neurálgico de la Secretaría de Seguridad Pública.Desde ese cargo, el general que hasta la semana pasada era el comandante de la IV Región Militar -que abarca a Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí- se quedó con el control de lo que será la Policía Federal, el ambicioso proyecto que García Luna quería para sí y que el próximo año sustituirá a la Policía Federal Preventiva.El jefe militar concentrará prácticamente la mitad del presupuesto de la Secretaría -de 33 mil millones de pesos- y 75% de sus plazas, al disponer de 38 mil hombres que integrarán la nueva corporación policial.De esa manera, la cúpula del Ejército tomará decisiones no sólo en su propio ámbito, la Secretaría de la Defensa Nacional, sino que tendrá el control operativo de la Secretaría de Seguridad Pública.Más por lealtad que por conveniencia política, Felipe Calderón mantiene a García Luna dentro de su gabinete. Seguramente le está agradecido por el respaldo que le dio cuando fue candidato presidencial.Pero el movimiento, más que una salida a las pugnas al interior del gabinete, representa otro paso de Calderón hacia la militarización de la seguridad pública en el país. Con el argumento de que ante la crisis de inseguridad que padece el país no hay nada más confiable que las Fuerzas Armadas, Calderón está entregando a la milicia las funciones que son propias de la autoridad civil.Calderón no es el primer presidente del país que toma esa decisión, pero ninguno como él ha entregado tanto poder operativo y de decisión a los militares. Con ello, los militares adquieren preponderancia sobre la autoridad civil.No sólo el presidente, sino casi todos los gobernadores del país han tomado el camino fácil de designar militares al frente de las funciones de seguridad pública. Tampoco es la primera vez que ocurre. Pero la experiencia indica con claridad que esa presencia de los militares ha sido benéfica.Basta con revisar lo ocurrido desde mediados de la década pasada a la fecha. Los militares han ocupado lugares preponderantes en tareas de seguridad pública y administración de justicia, además de una participación creciente en acciones directas de represión del narcotráfico. Peor aún, han dado lugar a la creación de fuerzas paramilitares que actúan para los cárteles de la droga, como el grupo de elite que desertó para crear el grupo de Los Zetas.Los actuales niveles de delincuencia organizada no son sólo responsabilidad de los militares, pero su presencia no ha sido garantía de mejora. Y hasta ahora no hay nada que nos diga que las cosas van a cambiar con la nueva Policía Federal que estará en manos militares.
García Luna, jefe de criminales
ÁLVARO DELGADO
MEXICO, D.F., 15 de diciembre (apro).- Obtener la victoria en una guerra supone, además de la valentía de la tropa y el equipo bélico idóneo, contar con una sólida base social que sólo se obtiene cuando el comandante ha probado su integridad y aptitud para encabezar una lucha con fines encomiables.Por eso la aventura a la que Felipe Calderón ha llevado a México tiene todos los signos de la derrota, y no por el reguero de miles de cadáveres por el territorio nacional --que de suyo es un signo macabro de fracaso--, sino porque los grupos criminales siguen tan vigentes como en diciembre de 2006, cuando inició una ocurrencia que jamás ha tenido pies ni cabeza. Y siguen operando los principales carteles y capos del tráfico de drogas porque, al margen de la propaganda oficial y oficiosa, sigue vigente la colusión con quienes ejercen el poder político en México, Calderón en primerísimo lugar y después quienes él designó para --en teoría-- capturarlos y someterlos a juicio.Al principio del sexenio, cuando esos mismos cómplices le recomendaron a Calderón declarar una "guerra" para compensar su condición ilegítima, era obvia la reserva sobre la autenticidad de la lucha y podía haber un poco de confianza si era capturado Joaquín El Chapo Guzmán, a quien Vicente Fox permitió fugarse con la peregrina idea de que, por los propios arreglos, los capos autorregularían la violencia. A dos años del inicio de una gestión que no tiene más objetivos que evitar su caída y lucrar con los privilegios de la alta burocracia, no sólo no ha sido capturado El Chapo de Sinaloa, sino que se placea por donde le da la gana y sólo tiene cuidado para no ser sorprendido por los hermanos Beltrán Leyva, ahora sus rivales, no por la policía.Más aún, muchos de quienes encomiaban a Calderón por supuestamente enfrentarse al narcotráfico, y hasta en la hipérbole le veían trazas de "valentía", ahora --ante las evidencias-- tienen claro el tamaño de la falacia y el apoyo que, hace dos años tuvo, se ha erosionado.Y ha menguado esta base social, que es clave para la victoria, porque la sociedad no sólo ve que disminuya la inseguridad, sino que las complicidades son mucho más profundas que la captura de altos mandos policiacos, que pretende capitalizarse propagandísticamente con la "Operación Limpieza".Una de las instituciones que están penetradas hasta el tuétano es la Secretaría de Seguridad Pública, que encabeza Genaro García Luna, a quien Calderón le ha extendido, como aquí se publicó, un certificado de impunidad y que se traduce en que, por ejemplo, contrate decenas y decenas de individuos con antecedentes penales --muchos de ellos exmilitares-- para incorporarlos a la Policía Federal Preventiva (PFP).Tal como lo publica la revista Proceso en la edición de esta semana, con base en documentos oficiales clasificados como "confidenciales", se trata de policías que en el registro del Sistema Nacional de Seguridad Pública aparecen con el resultado de "criminal", lo que significa que cometieron delitos registrados en la Procuraduría General de la República y las procuradurías de justicia de los estados, así como en las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina.Se trata de policías que forman parte de los agrupamientos de la PFP y que, además, han desplazado a muchos de los militares que con mayores aptitudes respondieron a la convocatoria que, hace dos años, formuló Calderón para reforzar esa institución a cambio de mejoramientos en jerarquía y en percepciones.En efecto, el 13 de diciembre de 2006, Calderón anunció que 7 mil 500 soldados y 2 mil 500 marinos se incorporasen a la PFP, con la promesa de que tendrían un grado mayor al de su retiro de la milicia y, por tanto, mejores condiciones económicas, incluidos estímulos por participar en operativos.Pero tal promesa, particularmente a oficiales, no sólo no se materializó, sino que los cargos que a ellos corresponden, conforme a la "oferta laboral" ofrecida, son ocupados por quienes tienen, en muchos casos, antecedentes penales.Estas y otras irregularidades, como se documenta en el reportaje, entre ellas el amplio elenco de policías "criminales", han sido denunciadas no sólo ante las instancias de la SSPF, como Asuntos Internos y el Organo Interno de Control, sino ante García Luna y el propio Calderón. En una carta enviada a García Luna, uno de los militares afectados, el mayor ingeniero Julio Noé Franco --quien tiene estudios de posgrado y cursos en países como Estados Unidos y China--, afirma: "Todo el aparato que hoy funciona (es) para favorecer el ejercicio de la corrupción y la mezquindad."La respuesta ha sido el silencio y las represalias, y la razón en sencilla: Edgardo Flores Campbell, titular del OIC de la SSPF y responsable de investigar la corrupción, es amigo íntimo de García Luna y fue coordinador de giras de la campaña de Calderón, quien al inicio del sexenio lo nombró secretario general del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).Puras complicidades. ApuntesHay un asunto sobre el que es preciso estar atentos y es sobre el memorable episodio que aconteció en el Palacio Nacional, el viernes 3 de octubre, cuando Andrés Gómez Emilsson, el ganador de mejor estudiante de matemática del país, le gritó "espurio" a Calderón y otro muchacho, Marco Virgilio Jiménez Santiago, lo secundó cuestionando a Calderón: "¿Libertad? ¿Cuál libertad? ¡Aquí no hay libertad!". Resulta que el ciudadano Oscar Adrián García López presentó una queja ante la Secretaría de la Función Pública contra el general Jesus Javier Castillo Cabrera, jefe del Estado Mayor Presidencial, por haber ordenado privar de la libertad a los dos jóvenes. Este ciudadano ha sido citado a comparecer ante el EMP, "para integrar debidamente el expediente administrativo". En el oficio se le solicita al ciudadano que se haga acompañar del joven Jiménez Santiago, a quien él no conoce. Habrá que estar pendientes... Después de que les fallaron los "Chuchos", Alberto Begné y el grupo que se apoderó del Partido Socialdemócrata pueden, todavía, aferrarse al presupuesto mediante una alianza con el PRI, al fin que éste ya es socialdemócrata y hace lo mismo que ellos: Quema incienso a la derecha encabezada por Calderón. Y mientras Marcelo Ebrard sigue pensando que él puede ser el candidato presidencial de los "Chuchos". Esa ya no es ingenuidad...