VIOLACION DE DERECHOS

miércoles, 1 de octubre de 2008

México, en los primeros sitios de países que violan derechos de los niños: ONU.
■ Hay 3.3 millones en el sector laboral, pese a estar prohibido en la Constitución
■ En la frontera con Guatemala compran a las menores para trabajo doméstico o explotación sexual
Ángeles Cruz Martínez
México está en los primeros sitios de los países que violan los derechos humanos de los niños, principalmente en el trabajo infantil, con 3.3 millones de menores en el sector laboral, a pesar de que está prohibido por la Constitución, advirtió Jorge Bustamante, fundador de El Colegio de la Frontera Norte.
En entrevista, el especialista, Relator Especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos de los Migrantes, dijo que el problema afecta también a niñas y niños de Centroamérica, quienes trabajan en condiciones cercanas a la esclavitud, incluso en la ciudad de México. Aseguró que en la frontera sur del país, las niñas son compradas para ponerlas a trabajar en el servicio doméstico.
Luego de participar en la Reunión Internacional de los Derechos de los Niños y las Niñas en el Contexto de la Migración Internacional, a la que asistió la esposa del presidente Felipe Calderón, Margarita Zavala, y la prensa sólo tuvo acceso a la ceremonia de inauguración, Bustamante propuso una reforma legal que tipifique como delito del fuero común la contratación de infantes.
Hasta ahora –dijo–, el Estado ha dado poca importancia al trabajo infantil. Evidencia de ello es el insuficiente número de inspectores que vigilen el cumplimiento de la Constitución, además de que, en general, no existe conciencia pública sobre el problema. “Nos parece normal” que niñas sean ocupadas como empleadas domésticas, a pesar de que es una violación flagrante a las leyes y normas nacionales e internacionales, indicó.
Durante la reunión efectuada en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores y a la que asistieron representantes de 21 países, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) difundió un informe en el que señala que a escala mundial existen 50 millones de refugiados y desplazados, de los cuales la mitad son niños. Más de 300 mil pequeños sirven como soldados y la mayoría de las niñas son sometidas, además, a diferentes formas de esclavitud sexual.
El organismo internacional resaltó que alrededor de 246 millones de menores –uno de cada seis– trabajan; unos 180 millones lo hacen en condiciones perjudiciales y peligrosas, por medio de redes de trata de seres humanos. Además, estimó que 8.4 millones han sido sometidos a esclavitud, pornografía y redes de prostitución.
Respecto a la situación en México, el ACNUR señala en su informe más reciente que ha habido algunos avances en cuanto a la protección de los niños migrantes que viajan solos, pero persisten varios retos, entre ellos detectar y canalizar a los infantes con necesidad de protección internacional, en el proceso de repatriación y retorno a sus países de origen.
En el apartado de las recomendaciones, el organismo señala la necesidad de fortalecer la capacidad de los funcionarios en materia de protección de la infancia; reforzar el marco jurídico; identificar alternativas a la detención para niños y adolescentes migrantes y designar un tutor o guardián para cada menor no acompañado con necesidad de protección internacional, entre otras.

Marchan miles en Morelos contra el pacto educativo.
El estado vive un problema social, no sólo magisterial, alertan disidentes
■ Con puños en alto, padres de familia respaldan a los mentores en Cuautla
■ Condenan estancamiento del diálogo con autoridades federales y estatales
De los corresponsales
Cuernavaca, Mor., 30 de septiembre. Más de 6 mil maestros de la sección 19 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) marcharon en Cuautla junto con padres de familia, estudiantes y ciudadanos para conmemorar el 243 aniversario del natalicio de José María Morelos y Pavón y denunciar el “estancamiento del diálogo” con las autoridades federales y estatales, a fin de impedir que se aplica la Alianza por la Calidad de la Educación.
Durante el recorrido, los mentores repudiaron a la dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo, y al mandatario estatal, Marco Antonio Adame Castillo, por intransigente e insensible. “¡No quiero, no puedo, no entiendo de educación; esa es la respuesta del gobernador! ¡Adame se esconde, se esconde y no responde! ¡Adame, incapaz, resuelve o te vas! ¡No somos pocos ni fuimos acarreados, somos los maestros traicionados! ¡Va a caer, va a caer la reforma de Elba Esther!”, gritaban.
Al frente del contingente varias mantas cuestionaban al gobernador Adame Castillo –quien decidió suspenderles el sueldo– por no responder a su demanda para terminar el conflicto. Después de tres kilómetros y medio de caminata, en la alameda central de dicha ciudad depositaron una ofrenda floral ante una efigie de Morelos y realizaron el mitin y el programa cultural anunciados.
Respeto a fechas históricas
También desmintieron al alcalde panista de Cuautla, Sergio Valdespín Pérez, por suspender el desfile oficial con el argumento de que los profesores lo boicotearían. “Somos los primeros en respetar las fechas históricas”, señalaron.
Otros docentes bloquearon la carretera federal Alpuyeca-Jojutla, poblado este último donde por la tarde se llevó a cabo una marcha, en tanto que desde las cuatro de la madrugada fue sitiado el Congreso local por más de medio millar de policías estatales, elementos antimotines y del Grupo de Operaciones Especiales (Goes), luego de que el gobierno recibiera un presunto aviso de que tomarían el recinto.
Alejandro Trujillo González, representante de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación e integrante de la comisión negociadora, dijo que pidieron a los diputados federales mediar para la reanudación del diálogo, previa garantía de suspender la alianza educativa, “que rechazan 20 mil maestros de la sección 19”.
Advirtió que la entidad ya vive un problema social, no sólo magisterial, el cual “debe ser atendido a la brevedad”, como también demandaron alumnos y padres de familia con pancartas, matracas, leyendas en carros y clamores de no volver derrotados a las aulas. Unos iban en el contingente y otros los vitoreaban a su paso, con puños en alto.
Fausto Eustaquio Martínez Toledo, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), dijo que la movilización es consecuencia de que el gobernador y las autoridades continúan empecinados en la realización de mesas de trabajo en el contexto del pacto educativo.
También, con aval del gobierno estatal y acompañados por personal del SNTE, padres de familia tomaron algunas escuelas y empezaron el ciclo escolar.
En tanto, en Chilpancingo, el titular de la Secretaría de Educación de Guerrero, José Luis González de la Vega, dijo que no habrá marcha atrás en la Alianza por la Calidad de la Educación, que ha destinado recursos adicionales para infraestructura escolar, ni en la desaparición de la licenciatura en educación primaria que imparte la Normal Rural de Ayotzinapa.
El funcionario señaló que se presentó una denuncia penal contra la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero por la retención de su asesor legal, Germán Espíndola León, y el subcoordinador de la zona centro de la dependencia a su cargo, Ricardo Hernández Morales, quienes fueron encerrados en el palacio de gobierno.
Rubicela Morelos Cruz y Sergio Ocampo Arista, corresponsales; Dulce Maya, Kathia Jasso Blancas, Elizabeth Cuevas Villalobos, La Jornada Morelos, y Notimex.

MI GUERRA PERDIDA.

Javier Sicilia. Proceso.

Hace más de un cuarto de siglo, en enero de 1982, Ronald Reagan declaró formalmente la "guerra contra las drogas". A lo largo de estos 26 años las autoridades estadunidenses han perseverado en su modelo de combatir a narcotraficantes, vendedores y usuarios, endureciendo las penalidades, llevando a cabo acciones de interdicción y decomiso de droga, e interviniendo "estratégicamente" en otros países. Pero los expertos que han evaluado esta "guerra" coinciden en la ineficacia de las medidas aplicadas y califican todo el proceso como un fracaso. Las declaraciones sobre el avance logrado son un esfuerzo cosmético para maquillar una dura realidad: después de gastar miles de billones de dólares para impedir la entrada de droga, hoy es mucho más accesible obtenerla.

¿Por qué ha fallado la "guerra contra las drogas"? Vista desde una perspectiva histórica, toda la acción operativa y restrictiva (decomisos, interdicciones, prohibiciones y detenciones) no triunfa porque el negocio es buenísimo y la demanda sigue creciendo. El objetivo de lograr un país libre de droga es absolutamente utópico: en todas las épocas y todas las sociedades han existido, y existirán, personas que buscan drogarse. Redimensionar el problema a proporciones manejables conduce a replantearnos la ilegalidad del consumo de ciertas sustancias y a distinguir uso de abuso. El caso del alcohol es ilustrativo: una cosa es su consumo moderado, otra es emborracharse. Lo que produce daños impresionantes es la cantidad que se consume y las circunstancias en que se hace. Así como el hecho de beber alcohol moderadamente no es en sí criminal, de igual manera tampoco lo debería ser drogarse prudentemente. Por eso es un error calificar sin matices el consumo de drogas o verlo como moralmente malo. Y de la misma manera que el intento de prohibir el consumo de alcohol fracasó estrepitosamente, también está fracasando, y fracasará, el intento de prohibir las drogas.

Mi hermano fue adicto a sustancias ilegales desde los 15 años. En la secundaria empezó a consumir LSD y mariguana, y luego siguió con otras "drogas". Nunca se inyectó heroína, porque le daba miedo picarse, pero a veces esnifeaba cocaína. Durante más de 30 años tratamos de "salvarlo" y lo internamos en distintos centros de desintoxicación. Fue imposible que dejara de consumir sustancias ilegales. A lo más, redujo su consumo a la mota y los "papeles". Cuando no lograba comprarlos se ponía muy agresivo. Con un poco de droga regresaba a su condición pacífica y encantadora. Murió, hace cuatro años, al caerse en su departamento y golpearse la cabeza. Supongo que estaba en un "viaje", y se tropezó. Fue una buena muerte, instantánea, y no la que temíamos que le ocurriera cuando iba a comprar su mota, o sus pastillas, o sus "papeles". En los últimos años, cuando desistimos de internarlo, nuestro miedo era lo que le podía pasar durante la transacción comercial. Eso, y no el efecto de la droga, era lo que más nos asustaba y preocupaba.

Por su adicción me puse a leer sobre el tema, y me enteré que a principios del siglo XX la cocaína estaba permitida en todos los países, y que se vendía abiertamente en las farmacias. Es hasta la mitad de ese siglo que se empieza a regular su comercio, y luego a prohibirla. Y hoy su criminalización ha creado un mercado negro y desatado el narcotráfico.

Nuestro país se desangra y corrompe con el "narco". Los dirigentes e integrantes de los cárteles han tejido alianzas familiares y económicas, que se han traducido, por un lado, en una fuerte corrupción de funcionarios y de ciertos mandos de las fuerzas armadas y de la policía, y por el otro, en una bonanza económica en distintas poblaciones, muchas de ellas olvidadas por el gobierno. Los cárteles van en camino de convertirse en un poder paralelo, además de que el régimen de terror que han implantado se traduce en un saldo creciente de muertos. De una lectura cuidadosa de la historia se desprende que hay que enfrentar el narcotráfico de otra manera: abandonando la perspectiva de una "guerra", obstaculizando cada vez más el lavado de dinero y reglamentando el uso de ciertas sustancias.

En lugar de intentar tapar el sol con un dedo, con la regulación se podrían impulsar tratamientos médicos para los adictos que sí desean desengancharse. A través de la despenalización del uso de la droga se podrían canalizar recursos y energías, por ejemplo, para apoyar la investigación biomédica en el desarrollo de una sustancia química que alivie a los drogadictos de la necesidad de drogarse. También se frenaría la inevitable corrupción dentro de las instituciones dedicadas a luchar contra la droga y las policías podrían dedicar sus esfuerzos a combatir a otros delincuentes. Además se reduciría el problema de las muertes por sobredosis o adulteración, ya que las dosis estarían controladas. Y la legalización también permitiría el uso de drogas en pacientes terminales con dolorosas agonías.

Hablar de "guerra contra la droga" es pura retórica política para intentar calmar la angustia e impotencia que siente la ciudadanía. Podríamos empezar por despenalizar el debate, y hablar públicamente de lo que significaría la regulación del consumo privado. Eso es lo que ya están proponiendo un grupo de políticos e intelectuales.

Filosofía de la infamia
Arnoldo Kraus
Hace pocas semanas ocupé este espacio para referirme a un pequeño texto que se encuentra en proceso de elaboración: el Diccionario de las infamias del ser humano. Aunque hoy no desgloso nuevas entradas, reflexiono sobre la cotidianidad imparable de las infamias y la certeza de que su imperiosa vigencia convierta “ese modo de vivir”, si no en filosofía, sí en motivo de estudio –he agregado, entre otras, franelero, hipotecas basura, Pearl Harbor financiero, Arte degenerado, operativo, leche tóxica, desestanilización, colgar (videos). La mayoría de las nuevas infamias corresponden al siglo XXI. Como se infiere, no aparecen en los diccionarios, pero sí en la realidad. De ahí la necesidad de crear neologismos.
Las infamias son sinónimo de deterioro. Muchas veces el conocimiento no deviene humanización; en ocasiones siembra discordia. A partir de la mirada de la ética y de la moral de las religiones, cuando se piensa en el ser humano, debería hablarse de la especie como conjunto y no de grupos aislados. De no ser así, ni la ética ni la religión cumplen. Debido a que la mayor parte de los seres humanos son víctimas de infamias, aseverar que la distribución desigual de las bonanzas del saber es una de las génesis del blog infamias es correcto. La razón es obvia: los infamantes se encuentran recubiertos por poderes impenetrables.
Observo poco atrás: los años transcurridos en el siglo XXI suman deterioro, dolor, guerras, fracaso, incertidumbre. Tristeza y escepticismo son corolarios inevitables. Las infamias no se construyen espontáneamente. Nacen de algunos de los nuevos quehaceres de la humanidad. Muchas devienen dolores y situaciones no descritas. De ahí que los neologismos se conviertan en necesidad. Al igual que el ser humano, los idiomas son instrumentos inacabados. Las mutaciones del primero modifican a los segundos. Uno depende de otro y uno es otro.
El ser humano, han expresado filósofos en formas diversas, es lenguaje. Con profunda sabiduría, lo he citado más de una vez, Ludwig Wittgenstein dijo: “Los límites de mi mundo son los límites de mi lenguaje”. Su tácita verdad incita a jugar con ella. Reacomodo la frase: “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”. En una Tierra infamada es lícito atreverse; es muy infrecuente que los muertos se enojen. Quienes se irritan no lo hacen porque los cementerios sean detestables. De hecho, no lo son. Ahí reina la paz y no se requieren neologismos. Los muertos son lo que son: muertos. Quienes se disgustan lo hacen porque el Mal y algunas infamias son tan malignos que horadan tierra y ataúdes. En algunos de mis insomnios Wittgenstein revive y escribe: “Los límites del ser humano son los límites de sus infamias”.
Las neo infamias requieren neologismos para que la vida se ajuste a la realidad de los tiempos y los tiempos a la realidad de la vida. Aunque sé que juego con ventaja con las palabras –escribo, borro y acomodo ad nauseam– creo que es cierto lo que digo: en épocas de infamias las intersecciones entre vida, tiempo y realidad se ordenan y se reinventan sinfín. Las razones que devienen infamias serán, al igual que la bioética, una de las asignaturas cruciales del siglo XXI.
Los idiomas nunca serán objetos muertos. Las transformaciones que surgen de las actividades del ser humano requieren palabras que describan lo que sucede con ellos mismos y con su hábitat. Los primeros y grandes bioeticistas, quizás sin saberlo, sembraron diccionarios. Muchos vituperios surgen porque la ética ha caído en desuso. Los bioeticistas pioneros hablaban de “la ética de la tierra” (Aldo Leopold, 1949) y aseveraban que “el humano es un cáncer del planeta” (Van Rensselaer Potter, 1971). El primero decía que “la ética permite diferenciar la conducta social de la antisocial”. La suma de esas ideas es cuna de las infamias de nuestro tiempo.
La ausencia de ética es la enfermedad del siglo XXI. La han aplastado políticos, religiosos, empresarios. Todos se apellidan poder. A partir de sus locuras, torpezas y conductas antisociales han sepultado a la ética. En el lenguaje del poder ni la ética ni la moral son preocupación. Sus conductas antisociales son génesis y leitmotiv de muchas de las infamias del siglo XXI. Su presencia es sinónimo del comportamiento antisocial del ser humano y su frecuencia, siempre en aumento, retrato de nuestra condición.

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