MASACRE DE INDIGENAS EN PERU
martes, 9 de junio de 2009
Matanza en la curva del diablo
LA LIBERTAD.
¿Qué pensar de un Gobierno y un gobernante enceguecidos por la soberbia? ¿Qué decir de las repudiables declaraciones del propio Presidente y de parlamentarios apristas tildando a los nativos de la Amazonía de terroristas y delincuentes? ¿O qué opinar sobre las palabras del otrora izquierdista Yehude Simon, hoy completamente enajenado al derechismo del omnímodo García Pérez?
Porque lo sucedido en la Curva del Diablo, entre los indígenas awajun (los antiguos guerreros jíbaros), la policía peruana y los efectivos de las Fuerzas Armadas, es responsabilidad principal y directa de la torpeza gubernamental que lo único que finalmente se le ocurrió, después de casi dos meses de iniciado el conflicto, fue ordenar la matanza, como declaró el dirigente amazónico Pizango.
¡Los resultados: más de 30 nativos asesinados (algunos reportes indican que serían aproximadamente 50), alrededor de 10 policías muertos y un centenar de pobladores heridos. Versiones no confirmadas señalan también que la policía está desapareciendo o quemando los cadáveres (los mismos métodos del grupo Colina). Es decir, una verdadera matanza, con indicios de genocidio, por lo cual el Presidente, el Primer Ministro y la Ministra del Interior, deberán dar cuenta al país entero y quedarán marcados para siempre con el estigma de genocidas.
Después de esta masacre, ¿qué queda del APRA que alguna vez encandiló a las masas peruanas, creyendo la llegada del mesías Haya de la Torre? ¿Qué del dirigente histórico de Patria Libre, ex Director del Semanario Cambio, ex diputado de izquierda, el cristianísimo humanista Yehude Simon Munaro? ¿Dónde quedará la fútil palabrería del autor del artículo "El Perro del Hortelano", en el cual defendía sin ningún rubor a las transnacionales y afirmaba la incapacidad de los nativos para conducir sus propias tierras, pues no "tienen ni un centavo para invertir"?
Razón tenía Marx al decir que "El capital es trabajo muerto que no sabe alimentarse, como los vampiros, más que chupando trabajo vivo, y que vive más cuanto más trabajo chupa" (El Capital, Tomo I). Y esa sangre ha sido bebida por el capital y sus gonfaloneros criollos, y de cuyo sabor y olor no podrán librarse. Estamos nuevamente en los "tiempos orgiásticos del capital".
Y ahora, señor Presidente, señor Primer Ministro, señora Ministra del Interior, señor Ministro de Defensa ¿qué hacer? Pues, lo primero de todo: renunciar, deben irse. ¿Cómo permanecer después de esta orgía de sangre? Después, o antes, anular todos los decretos que atentan contra la vida de las comunidades amazónicas, resarcir a los familiares de los pobladores asesinados, curar a los heridos, ponerse los pantalones y las faldas o las faldas y los pantalones, y decir ¡NO! a la voracidad vampírica de las transnacionales. Claro, todo esto si aún tienen algo de dignidad, pues de capacidad dirigencial han demostrado una total y patética ineptitud para conducir los destinos del país. Luego, a esperar su pronto juzgamiento por delitos de lesa humanidad. Aguardaremos con jobiana paciencia ese día.
SOBRE EL CASO DEL DIRIGENTE SANTIAGO MANUIN Y LA CRISIS EN LA AMAZONÍA.
Se me hace extraño comenzar este texto hablando de muerte cuando la Amazonía es el lugar más vivo que he conocido. Pero hoy es un día triste marcado por la muerte de nativos y policías en las revueltas indígenas que llevan casi 2 meses.
Hoy amanecí con las llamadas de amigos diciéndome que Santiago Manuin, el mayor dirigente indígena del Alto Marañón y amigo íntimo desde que llegué hace 15 años, había muerto por las balas de la policía, ahora sé que se debate entre la vida y la muerte.
Sabía que algún día eso podía ocurrir en alguien entregado a su pueblo en la defensa del territorio, en el combate contra los grupos terroristas y el narcotráfico, y en la oposición al ingreso de petroleras y mineras en su tierra; y no porque esté en contra del desarrollo, sino porque cree que éste va por el camino del respeto a la tierra y la naturaleza, y a la participación real de los milenarios habitantes de las selvas. Aunque lo sabía, uno nunca se acostumbra a la muerte.
El Alto Marañón es el territorio comprendido por los ríos Chiriaco, Cenepa, Marañón, Nieva y Santiago y en sus 30 mil km2 viven los pueblos Aguaruna y Huambisa, pertenecientes a la familia Jíbara. Pueblos guerreros, horizontales y organizados que han sabido mantener lo fundamental de su cultura.
Santiago fue el primer aguaruna que conocí y con el que más viví y aprendí en mis 7 años de vida en el Alto Marañón. Con él viajamos por todos los ríos, vivimos en sus comunidades, conocí sus mitos y hasta estuvimos en España buscando dinero para los proyectos que desarrollábamos en la selva. En España se reunió con la reina Sofía que salió “impresionada por la categoría humana de este hombre” y en España también hizo un diploma en derechos humanos en una universidad de los jesuitas.
La muerte duele pero más duele el engaño y la mentira. En la prensa leo que detrás de estas revueltas indígenas está Humala, el narcotráfico y el complot internacional. Y todo eso es falso. Da igual quién esté en el Gobierno porque los nativos se van a seguir levantando si ven sus tierras en riesgo. Y fueron Santiago y las organizaciones nativas de los ríos —soy testigo de ello—, quienes sacaron al MRTA del Alto Marañón y quienes limpiaron de cultivos de coca, porque creen en otro tipo de desarrollo y porque no querían que se repitiese la terrible experiencia de los Asháninkas con Sendero. Y el Gobierno no hizo nada. A pesar de ser una zona permanentemente olvidada por el Estado, pocas veces he visto tanto orgullo por ser peruanos.
Por eso también, el Gobierno no es valiente ni tiene visión de su país. El Gobierno no es capaz de darse cuenta que la gran riqueza del Perú es su diversidad: diversidad de climas, naturalezas, lenguas, pueblos e historias. Y en un país tan diverso como éste hacen falta estrategias diferentes para negociar, para entender los problemas de sierra, costa y selva y buscar soluciones entre todos a los mismos.
La Amazonía siempre ha sido el patio trasero de los gobiernos del Perú. Los peores índices en salud y educación se encuentran en la selva, pero me sorprendía siempre el estilo de los jíbaros que con un orgullo enormemente humano decían, “nosotros no pertenecemos a la extrema pobreza porque tenemos nuestra selva”. Los nativos saben que sólo se piensa en ellos cuando se trata de recursos de interés para otros: petróleo, maderas, gas o minerales. Y que todas las leyes y decretos emanados por un Congreso mediocre y de visión centralista jamás han considerado una participación real de los pobladores de la selva. Me quedo con la vida que llena la selva y su gente. Me quedo con Santiago que siempre me decía ‘Kumu, nosotros hemos resistido al inca y al español y vamos a resistir lo que sea, porque esta tierra es nuestra’. No por exclusividad al otro sino por compromiso real con el Perú.
AIDESEP niega que indígenas fueran armados y acusó al gobierno de fusilar a los pueblos indígenas.
Lima, 05/06/09 (CNR).- El Presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), responsabilizó al gobierno por la muerte de las más de 25 personas que ha dejado el conflicto en Bagua Grande.
Pizango Chota señaló directamente a la Presidente de la República, Alan García y al titular del Congreso Javier Velásquez de instigar el conflicto, ya que ellos "pudieron atender las demandas indígenas desde un principio y no lo hicieron".
“El gobierno pudo rehacer los decretos y romperlos como este papel”, afirmó con frustación Alberto Pizango mientas agitaba unos documentos.
Rechazó que los indígenas hayan estado armados y que sean delincuentes "como afirman algunos congresistas apristas". Lamentó que el gobierno esté
arremetiendo contra los indígenas. “Los pueblos indígenas no están armados. Sólo tenían sus flechas y no para atacar”.
“A nuestros hermanos los han matado, los han fusilado, solo por defender el derecho de todos los peruanos a vivir dignamente y al territorio”.
Pizango Chota solicitó que la Defensoría del Pueblo y la comunidad y veedurías internacionales contribuyan a solucionar este problema pues enfatizó visiblemente afectado “que el gobierno ha matado, ha fusilado a los pueblos indígenas”.
Por ello, pidió a los peruanos a unirse con los pueblos indígenas en una marcha por la paz. Asimismo, instó a los medios de comunicación a informar con veracidad y evitar defender “la impunidad del gobierno”, el cual responsabiliza a los indignas amazónicos de evitar el dialogo y propiciar del conflicto.
Pidió también a la población nivel nacional, unirse en una marcha por la paz y la solidaridad con las demandas indígenas amazónicos, quienes lo único
que desean es que no se violen sus derechos a la tierra y ala vida. “Los recursos de la nación son de todos pero lo quieren es privatizar”.
Claves del conflicto en Perú
Redacción. BBC Mundo.
El norte de Perú - en particular las provincias de Bagua y Utcubamba, en el estado Amazonas- se ha convertido en escenario de violentos enfrentamientos entre las fuerzas policiales y las comunidades indígenas, que luchan por proteger sus territorios ancestrales.
Los incidentes ocurridos en la región de la Amazonía son los más violentos desde que culminara la insurgencia del grupo militante Sendero Luminoso en la década de los '90 y el mayor desafío que enfrenta el presidente Alan García dentro de su país, desde que asumiera el poder en 2006.
¿Qué dio lugar a estos enfrentamientos? ¿Qué dice el gobierno? BBC Mundo responde éstas y otras preguntas con una guía sucinta sobre las claves del conflicto.
¿Cuándo y por qué se originaron las protestas?
Las protestas protagonizadas por los indígenas y que alcanzaron su punto más álgido a comienzos de junio se iniciaron el pasado 9 de abril, en rechazo a una serie de decretos legislativos promulgados por el presidente de Perú, Alan García, en 2008, en el marco del proceso de implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Perú y Estados Unidos. Sin embargo antes del mes de abril, los indígenas ya habían organizado una serie de protestas exigiendo la anulación de los decretos, aunque en menor escala.
¿Por que los indígenas rechazan estos decretos?
Estos decretos regulan el manejo de los recursos forestales e hídricos y facilitan a las compañías extranjeras la perforación en busca de petróleo y gas, en tierras que las comunidades indígenas consideran ancestrales. La región de la Amazonía es además una de las áreas de mayor diversidad biológica del planeta.
En opinión de los indígenas, los decretos establecidos por García perjudican a sus comunidades al permitir la privatización de los bosques y los recursos hídricos.
¿Qué forma han tomado las protestas?
Según le explicó a BBC Mundo Jonathan Mazower, de la organización no gubernamental Survival International, los indígenas han bloqueado varios ríos. El más importante ha sido el Napo, un tributario del Amazonas utilizado por algunas compañías para transportar bienes y maquinaria.
Han bloqueados también caminos y pistas de aterrizaje en el norte y centro de Perú con el mismo fin y han ocupado estaciones de bombeo en los oleoductos que van del Amazonas hacia la costa.
¿Qué esperan obtener con las manifestaciones?
Los indígenas quieren que sean anulados los decretos que permiten a las compañías petroleras -como Perenco, Repsol, Petrolífera o Petrobrás, por nombrar sólo a algunas- operar sin consultar a las comunidades indígenas, como lo hacían antes de que estas leyes entren en vigor.
¿Cuál es la postura del gobierno?
• Más del 70% del Amazonas peruano está dividido en concesiones para la exploración y la explotación petrolera y gasífera.
• El gobierno peruano dice que planea ser autosuficiente en lo que respecta al suministro interno de hidrocarburos para 2011.
• En 2008, Perú produjo cerca de 50 millones de barriles de petróleo.
• Las estadísticas oficiales indican que hay alrededor de 100 compañías mineras a cargo de 600 proyectos en Perú.
Según el gobierno, la nueva legislación "ordena" el manejo de los recursos naturales y preserva áreas para los indígenas.
Además, el gobierno dice necesitar estos decretos para cumplir con los acuerdos establecidos en el TLC con EE.UU.
Por otra parte, el presidente Alan García insiste en la necesidad de atraer a la inversión privada para estimular la economía siempre y cuando se respete lo que establecen las leyes.
Cabe recordar que el año pasado Perú experimentó un boom de crecimiento del 9,84% anual, convirtiéndose en una de las economías de mejor desempeño en 2008.
¿Hay uniformidad dentro de la postura del gobierno?
No.
El decreto también ha sido criticado por algunos grupos parlamentarios que lo consideran "anticonstitucional" y opinan que -en efecto- favorece la "extranjerización" de la tierra.
Antes de que estallara la violencia, algunos congresistas -señala Mazower- se habían mostrado dispuestos a iniciar negociaciones con las organizaciones indígenas y suspender los decretos que estaban causando tanto conflicto.
¿Qué repercusiones ha tenido el conflicto fuera del país?
El domingo, García dijo que detrás de los disturbios están las potencias extranjeras que compiten por la explotación de petróleo, gas y minerales. Si bien no hizo mención a países específicos, para muchos fue una clara alusión a los gobiernos de Bolivia y Venezuela.
Bolivia se defendió, negando cualquier injerencia en los hechos que están ocurriendo en Perú.
El gobierno de Venezuela no ha hecho comentarios respecto a las acusaciones de García, pero la ministra venezolana para Asuntos Indígenas criticó duramente las acciones contra las comunidades nativas tomadas por el gobierno de García y calificó lo ocurrido en Perú de "genocidio".
¿Que repercusiones podría llegar a tener la agudización del conflicto para el gobierno de Alan García?
Algunos analistas creen que a raíz de lo ocurrido en el norte del país, el presidente podría verse forzado a despedir a ministros importantes dentro de su gabinete o, si quiere poner fin a los sangrientos choques con la comunidad indígena, a modificar o anular las leyes que provocaron la protesta.
Sin embargo, hasta el momento, el gobierno se ha mostrado intransigente y la actitud de García se ha endurecido en los últimos días.
Denuncian que la policía se deshizo de cadáveres de nativos en Bagua
EFE BOGOTÁ
La organización "Amazon Watch", comprometida con los derechos de los pueblos indígenas, denunció hoy que la policía está haciendo desaparecer cadáveres de nativos con el fin de minimizar el número de víctimas en los violentos disturbios del pasado viernes.
Según Gregor McLennan, enviado por Amazon Watch a Bagua, epicentro de las protestas, "numerosos testigos oculares" le han confirmado que fuerzas especiales de la policía se deshacen de los cadáveres arrojándolos al río Marañón, incluso desde helicópteros, y en otros casos quemando los cadáveres para impedir su identificación.
El gobierno ha negado tajantemente que la policía haya arrojado cadáveres a los ríos, y ninguna fuente consultada por Efe en Bagua ha podido corroborar esas denuncias, aunque los rumores son intensos en este sentido.
Elbert Bazán, jefe de la división médica en Utcubamba, encargada de proceder al levantamiento de cadáveres, dijo a Efe que le habian llegado esos rumores y confirmó que su personal también ha participado en la búsqueda de supuestos cadáveres en los ríos, pero no ha encontrado ninguno.
Hoy mismo, una misión encabezada por la Defensoría del Pueblo se acercó a las inmediaciones de El Reposo para inspeccionar un lugar donde ciertas fuentes aseguraron que había "entre doce y quince cadáveres", pero al llegar al lugar comprobaron que era una falsa alarma, según pudo comprobar Efe.
Los enfrentamientos del pasado viernes dejaron a 24 policías muertos y un número indeterminado de indígenas, y esta última cifra se ha convertido en la manzana de la discordia: el primer ministro Yehude Simon dijo que eran solamente 9, pero la principal organización indígena, Aidesep, los cifra "entre 30 y 40".
En su comunicado, Amazon Watch acusa además a la policía de haber disparado indiscriminadamente a los indígenas desde un helicóptero, versión también negada por el gobierno, que asegura que desde la aeronave solo se lanzaron gases lacrimógenos.
AI pide a Perú «un uso proporcional de la fuerza»
Por su parte, la organización Amnistía Internacional emitió también hoy un comunicado en el que muestra su "profunda preocupación" por la situación en la Amazonía peruana, y recordó que corresponde al estado hacer "un uso proporcional de la fuerza".
"El derecho a la vida, a la integridad física y a no ser objeto de tortura ni malos tratos son derechos que deben ser respetados en todo momento por excepcionales que sean las circunstancias", afirmó Nuria García, investigadora para Perú de Amnistía Internacional, sin hacerse eco de ninguna denuncia concreta.
El comunicado de Amnistía instó también a las autoridades a que hagan pública la información sobre las personas detenidas en dependencia policiales y militares, y garanticen el derecho de todos los detenidos tanto a la vida e integridad física, como su derecho a la defensa.
Amnistía Internacional también hace un llamado a las organizaciones indígenas "para que envíen una clara señal a los manifestantes de que la toma de rehenes y el homicidio de agentes de las fuerzas del orden son acciones inaceptables", en alusión al secuestro y asesinato a sangre fría de nueve agentes en una estación petrolera.